La sociedad de la indiferencia

"El futuro no nos hace. Somos nosotros quienes nos rehacemos en la lucha para hacerlo"[Paulo Freire] "... en este mundo hay cosas insoportables. Para verlas, hace falta observar con atención, buscar. Les digo a los jóvenes: buscad un poco, encontraréis. La peor de las actitudes es la indiferencia, el decir 'yo no puedo hacer nada, yo me las apaño'. Al comportaros así, perdéis uno de los componentes esenciales que hacen al ser humano. Uno de sus componentes indispensables: la capacidad de indignarse y el compromiso que nace de ella" [Stéphane Hessel, Indignaos (Indignez-vous)]


Las líneas que vais a leer a continuación son causa de una reflexión que llevo haciendo mucho tiempo, preguntas que he hecho a jóvenes y no tan jóvenes sobre el MAL que veo en la sociedad, sobre si se preocupan o les interesa lo que ocurre en el mundo, sobre si conocen las últimas noticias o simplemente sobre si están al tanto de lo que ocurre en el mundo. Y como consecuencia de toda ésta “investigación”, mi reacción de enfado, irritación y rabia.

No las he escrito como una simple excusa para rellenar este blog....sino para intentar LLEGAR a alguien y que cambie esta actitud de indiferencia, que pienso que es el MAL, así, con mayúscula, instaurado en la sociedad actual.  

Es una reflexión sobre la que en mi opinión es la peor enfermedad social que vivimos: la indiferencia.

Indiferencia con todos y con todo, con nuestros trabajos, estudios, con nuestras familias y con la misma sociedad; el sentido de lo realmente importante lo hemos relativizado hasta el punto que si algo no genera un beneficio propio mensurable, no merece nuestro tiempo y dedicación, por tanto no es importante.

El Papa Francisco hace unos meses hablaba de la “globalización de la indiferencia”. ¿Tendremos que llorar también nosotros para caer en la cuenta del llanto de tantas y tantas personas que huyen del hambre y de la guerra, muertas en barcazas rudimentarias, o en camiones sellados, o en fronteras despiadadas?

Nuestras sociedades ricas se están  volviendo inhumanas a causa de la indiferencia. “La cultura del yo” como la llaman algunos, que propicia un individualismo egoísta y posesivo capaz de no reconocer ni a los más próximos, y “la cultura de la satisfacción” como la entienden otros, que  cierra nuestros oídos al clamor de todo sufrimiento, ha transformado profundamente la llamada “civilización” occidental. Yo resumiría simplemente como La Cultura del EGO.

El Papa Francisco sigue diciendo:  La pobreza, el miedo, el dolor, la incertidumbre, la exclusión social, los inmigrantes y refugiados políticos gimen sin ser oídos; no solo por la barbarie de Instituciones políticas internacionales y europeas más preocupadas por la subida o bajada de la bolsa, sino también por una inmensa mayoría social instalada en la indiferencia satisfecha.

El ser humano tiene la capacidad de AMAR, ODIAR y de ser INDIFERENTE.....................Podíamos pensar que amor y odio son antónimos, como sol-luna, día-noche, ying-yang................Pero la realidad es otra, el amor y el odio son sentimientos y la INDIFERENCIA es la carencia total de ellos............

La INDIFERENCIA nace cuando no hay creencias ni compromisos, cuando nada nos atrae y nada nos llama a asumir la defensa de lo que, alguna vez, encontramos justo y bueno.

Estamos rodeados por INDIFERENTES, porque la indiferencia flota en el ambiente, porque la respiramos. Mientras todos se preocupan demasiado por sí mismos, nadie se preocupa por los otros.

La INDIFERENCIA permite la pobreza, el abuso, la violencia y la frialdad, por algo las calles se llenan de mendigos, vagabundos, prostitutas, asesinos, violadores y corruptos. ELLA permite el empobrecimiento del espíritu, termina por enfriar todo aquello que encuentra a su paso. Cuando se quiere ser frío, se opta por ser indiferente.

Los INDIFERENTES viven en un mundo que han creado para sí porque sólo importan ellos, nadie más. La indiferencia generalizada permite toda clase de abusos desde el incremento de los precios de la leche hasta la violencia sexual.

Pienso que a ésta sociedad le hace falta implicarse más con su realidad para poder modificarla. Desgraciadamente la indiferencia ha triunfado en un mundo en donde la falta de compromiso es la posición más cómoda. ( siendo ser tan pesimista, no es mi estilo, pero actualmente es lo que siento).

Mientras el compromiso exige responsabilidad, la indiferencia sólo requiere del cinismo, la soberbia y la arrogancia para olvidarse que el mundo está roto o a punto de romperse."

Los sucesos impactantes que nos están ofreciendo estos días los medios de comunicación no se pueden entender al margen de la práctica compasiva, que no es propia solo de grandes héroes y santos sino que puede y ha de ser práctica común en nuestra vida cotidiana. Una práctica que necesita con urgencia educar nuestra mirada para humanizar nuestras actitudes y poder adquirir compromisos solidarios con los más necesitados.

El Papa Francisco nos hace una recomendación para cambiar desde nuestro yo y nuestro entorno esta actitud de indiferencia: Los sentimientos conjugados con posturas éticas son esenciales para abrir las puertas a la cultura de la solidaridad. Los sucesos impactantes que nos están ofreciendo estos días los medios de comunicación no se pueden entender al margen de la práctica compasiva, que no es propia solo de grandes héroes y santos sino que puede y ha de ser práctica común en nuestra vida cotidiana. 

Una práctica que necesita con urgencia educar nuestra mirada para humanizar nuestras actitudes y poder adquirir compromisos solidarios con los más necesitados.

Solamente la medicina de la compasión y la misericordia podrá curar esta grave enfermedad que sacude.

Amor, el amor al prójimo.
Bondad, (voy a tomarme la ligereza de definir qué es bondad) porque quizás muchos la nombramos pero no sabemos qué es:
Bondad es la cualidad de bueno, un adjetivo que hace referencia a lo útil, agradable, apetecible, gustoso o divertido. Una persona con bondad, por lo tanto, tiene una inclinación natural a hacer el bien.

En este sentido se considera que una persona tiene la cualidad de la bondad cuando siempre se mantiene dispuesta a ayudar a quien lo necesita, cuando se muestra compasiva con las personas que se encuentran sufriendo por distintas circunstancias y también cuando mantiene una actitud amable y generosa hacia los demás.

La única medicina ante la indiferencia (pienso que la MALDAD) es el Amor y la Bondad. Educarnos para humanizarnos y dar ésta medicina a nuestro prójimo. 

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