¿Cómo se formó el Universo?

Tener aficiones en temas relativos con la ciencia y ciencia- ficción, por mi espíritu de curiosidad y también el querer darme respuestas a preguntas relativas a mi ética-religión, desde hace muchos años, he han hecho que me hiciera una pregunta  ¿Qué había antes del Universo

Casi todos los "científicos coinciden en que la pregunta es del todo incorrecta si admitimos que el tiempo también empezó a contar con el Universo. Si no existía el tiempo, tampoco había un "antes". También intentan explicar el origen del Universo con diversas teorías, apoyadas en observaciones y unos complicadísimos cálculos matemáticos que resulten coherentes a la lógica. Lo que sí está comprobado y todos los ámbitos científicos coinciden es que llegaremos a un punto o momento en que todo el Universo observable estaba comprimido en un punto infinitamente pequeño, denso y caliente. Este estado casi incomprensible existió sólo un instante del primer segundo del tiempo. 

El origen del Universo se basa en observaciones rigurosas y es matemáticamente correcto desde un instante después de la explosión, pero no tiene una explicación admisible para el momento cero del origen del Universo, llamado "singularidad". 
Lo explico con palabras sencillas: El empuje inicial duró un tiempo prácticamente inapreciable, pero la explosión fue tan violenta que, a pesar de que la atracción de la gravedad frena las galaxias, el Universo todavía crece, se expande.


Y mi siguiente pregunta después de leer tanto sobre éste tema fue: ¿qué pasó antes de la "singularidad”? Y aquí es donde encuentro que la ciencia (matemáticos, físicos, astrónomos) son incapaces de predecir qué pasó antes - ya que se parte de la demostración que el universo tiene un tamaño infinito pero una edad finita (nuestro universo tiene y 13.800 millones de años) 

La singularidad es, entonces, un límite temporal para todas las cosas. De este modo, la pregunta ¿qué había o pasaba antes del Big Bang? deja de tener sentido. No existe un antes del Big Bang, pues no existía el tiempo. También pierde sentido la pregunta ¿qué causó el Big Bang?, pues la causa implica un orden temporal (una causa siempre precede a un efecto) que no existía sino hasta el instante del comienzo de la expansión.
Todas estas consideraciones muestran que el evento de la creación es físicamente mucho más profundo y la ciencia no lo puede de explicar

Ahora y dado que la ciencia NO da respuestas a mis preguntas/curiosidades sobre el Origen del Universo tengo que remitirme a la ética-religión. 
El concepto de Universo que analizo en esta segunda parte proviene de fuentes muy distintas a la ciencia. En este caso, los conceptos sobre los cuales se debe razonar y que llaman a obrar en consecuencia. Provienen de una experiencia espiritual en cuyo inicio se sitúa Dios mismo. Y Dios no es una idea filosófica. Para todos los monoteístas es una Persona. Es el Ser por excelencia, el único Ser Necesario, según el mismo se nos ha revelado: Dios es el que Es, es decir, el único ser que Es por sí mismo. Los demás somos seres contingentes, creados por Él. Dios se sitúa por encima de la naturaleza, es tanto Creador de la naturaleza como Creador nuestro. En este sentido Dios es superior al destino.
El punto de partida, mi primera conclusión es que éste es el camino: mi reconocimiento personal y la aceptación de existencia de ese Ser. DIOS.
Entonces, la imagen que el hombre se forma a partir de la fe, no es la de un universo producto del azar ni de fuerzas ciegas y extrañas. Tiene un propósito establecido, una dirección de evolución hacia un fin determinado que lo justifica y lo trasciende. El hombre entiende que si bien él mismo es una criatura, una parte casi insignificante de la creación, su Creador se preocupa, gratuitamente, por su crecimiento y desarrollo dentro de ese sentido global que dio al universo.
La experiencia de la fe no es una experiencia fácil ni masiva. Se inicia personalmente, se desenvuelve persona a persona, a media luz y en voz baja.  (Salmo 18, versículos 2-3), Dios se manifiesta mediante "un susurro" como una "leve brisa" (Elías) o se oculta "tras una nube" (Moisés). A nosotros nos llega por medio de un libro, la palabra de un amigo, una enfermedad,... por mil caminos que debemos aprender a transitar para reconocerle. Dios no fuerza la libertad humana, el hombre tiene en cada etapa de crecimiento personal la posibilidad de aceptarlo o de negarlo, de comprenderlo o rechazarlo.
Si queremos comenzar el análisis de las fuentes que provienen de la Sagrada Escritura, debemos recurrir a la tradición escrita en el Antiguo Testamento que recibimos del pueblo de Israel. Las referencias al origen del universo en la Sagrada Escritura están al comienzo de su primer libro, "El Génesis". En su capítulo I, primer versículo, la Biblia dice: "Bereshit bara Elhoim…", es decir: "Al principio creó Dios el Cielo y la Tierra…".
Dios: el Ser necesario, el que es por Sí Mismo, como le dirá luego a Moisés desde la zarza ardiendo, creó cuanto conocemos. Nadie en la Tierra podrá asignar a Dios un nombre humano, lo mejor que podemos decir de Él, nos lo ha revelado Él mismo: Soy el que soy. Nos ha creado y nosotros no podemos salvar ese abismo, y es Él quien toma la iniciativa.
Él ha creado el "átomo primigenio". Ha creado la Tierra que estaba antes que nosotros, el Universo que estaba antes que la Tierra, y Él es antes que el Universo, el tiempo y el espacio. Esta idea de Dios, trascendente a toda idea, materia o energía que podamos pensar, está diseminada en toda la concepción bíblica. Dios trasciende todo lo natural. Los textos de la revelación se multiplican: El Génesis II, 5-25, Los Salmos, 2 Macabeos VII, 28…
Esa concepción pasa completa al Nuevo Testamento. "De muchas maneras habló Dios a los hombres, hasta que envió a su propio Hijo"..., a su Palabra [S. Pablo]. Dios envía su Palabra a la Tierra. Pero su Palabra, ya existía desde antes de la creación.
Nos dice San Juan Evangelista en el siglo II (DC): En el Principio era el Verbo…[Jun. 1,1]. La palabra de Dios, el Cristo, era anterior al universo y Cristo es el prototipo del ser humano, el nuevo Adán. Esta revelación alcanza una dimensión que trasciende todo pensamiento: por una parte,
Dios toma forma humana y asume esta naturaleza, pero por otra el hombre, encuentra su origen como naturaleza, antes de la creación.
La posibilidad que tenemos de entender ese sentido que para nosotros tiene el mundo natural, nos viene de la Palabra de Dios, que ya existía antes de la creación. Si hubo evolución, Dios conocía su resultado antes de su comienzo. Por lo tanto los hombres, nosotros mismos, fuimos pensados por Dios antes de la existencia del tiempo y estamos destinados aquí, en esta Tierra, al encuentro con Él.
Quiero poner unas palabras de su santidad J. Pablo II :
"Al expresar mi admiración y mi aliento hacia estos pioneros de la investigación científica, a los cuales la humanidad debe tanto de su desarrollo actual, siento el deber de exhortarlos a continuar en sus esfuerzos permaneciendo siempre en el horizonte sapiencial en el cuál los logros científicos y tecnológicos están acompañados por los valores filosóficos y éticos, que son una manifestación característica e imprescindible de la persona humana. El científico es muy consciente de que la búsqueda de la verdad… no termina nunca, remite a algo que está por encima del objeto inmediato de los estudios a los interrogantes que abren el acceso al Misterio"
Y para terminar mi última pregunta a todo esto:  ¿Porqué la ciencia niega a Dios ?

SIEMPRE me ha impresionado la seguridad con la que algunos ateos niegan la existencia de Dios. Sin embargo, he buscado en Internet los argumentos más comunes para probar su no existencia y no los he encontrado. Es más, muchos ateos reconocen la dificultad de probar lo que se llama un «universal negativo», esto es, demostrar con certeza lógica que algo no exista. Cuando los debates llegan a este punto pasan al ya citado ataque a las religiones o a admitir que se puede ser moralmente bueno sin reconocer la existencia de Dios (por cierto, algo que me parece muy difícil viendo el panorama que nos rodea). Sólo he encontrado un argumento para probar que algo no pueda existir y es el de que su existencia llevase a contradicciones lógicas, como por ejemplo el famoso círculo cuadrado. Personalmente no me cuadra este argumento en las dos aplicaciones que se me ocurren, que son las de conjugar mi libertad con la omnisciencia divina o el problema del mal. Por ello me parecería más coherente que el ateo se declarase agnóstico antes que ateo.
Una de las contradicciones que se plantean es la imposibilidad de creer en Dios en la era de la ciencia.
Como este tema me afecta personalmente porque soy cristiana, esto es, soy mujer de fe y también que me entusiasma la ciencia, por lo tanto me afecta por partida doble, y por eso me he decidido a escribir con la honradez de una persona que intenta vivir conforme a su fe. 
Y una curiosidad, la más conocida Stephen Hawking siempre ha negado la existencia de Dios, sin embargo su mujer declara que "Necesité la fe para cuidar a Stephen, es un milagro que viva'




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