LA VERDADERA AMISTAD NACE DEL CORAZÓN

Muchas cosas en mi vida van cambiando, algunas circunstancias me están haciendo reflexionar sobre el sentido de la AMISTAD. 

La amistad se demuestra en la preocupación por el amigo, interesándose por su bienestar, por sus problemas y logros. Por esto procura reunirse, comunicarse o convivir con él. Un amigo es el que está en todo momento, el que te levanta cuando estás decaído. Es en la turbación donde la amistad se pone a prueba. Cicerón comenta: «Sólo en el peligro se conoce al verdadero amigo».

CARACTERÍSTICAS DE LA VERDADERA AMISTAD

Respeto al amigo tal como es. Dejarle que tenga plena libertad de actuación y no pretender jamás adueñarse de su voluntad.

El amigo encuentra al amigo en pie de igualdad. Ninguna forma de amor respeta tanto la libertad del otro como la amistad. Sinceridad y franqueza. El amigo es alguien en quien se confía siempre. La mentira, la doblez y la traición acaban al instante con cualquier amistad por firme que haya sido.

Generosidad y donación de sí y de lo que se posee, pero de forma natural y espontánea. La amistad se ubica en el mundo de los sentimientos altruistas y sinceros.

Aceptación de fallos, defectos y limitaciones, sabiendo disculpar y perdonar de la misma forma que uno desearía ser perdonado y disculpado por el amigo.

La amistad llega como un fuerte impulso de interés, simpatía y sentimientos de afinidad con el otro y se sigue afianzando a través de encuentros inesperados y enriquecedores.

La amistad verdadera, como todo lo auténtico, no es ni fugaz ni engañosa; tiene vocación de futuro; por eso suele decirse que un buen amigo lo es para toda la vida.


La amistad, además de estima y admiración, es amor y, sobre todo, benevolencia. El amigo ve lo que somos y nos ayuda a ser nosotros mismos. «Sólo el amigo nos ve por aquello que somos»

"los verdaderos amigos nacen y te valoran con el corazón..."

Precisamente leyendo a Sr. Arthur Conan Doyle en el comienzo de Escándalo en Bohemia de Sherlock Holmes: Todas las emociones, y esa en particular [El Amor Romántico] resultaban abominables para su precisa pero admirablemente equilibrada inteligencia. (…) era la máquina de observar y razonar más perfecta que el mundo había conocido, pero como amante no habría sabido qué hacer. (…) Para un razonador experto admitir estas intrusiones en su delicado y bien ajustado temperamento equivalía a introducir un elemento de distracción que podría sembrar dudas acerca de los resultados de su mente (…). –

O como se dice en la serie de la BBC Sherlock: “Yo no tengo amigos,… sólo tengo uno”.

Gracias a la vida yo puedo decir que tengo más de un amigo como verdadero pero que tampoco muchos… casi podría decir que me sobran dedos de una mano. Pero me siento feliz por poder contar con ellos/as.

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